El folículo piloso y la microbiota

El cuerpo humano está colonizado por trillones de microorganismos a los cuales se les ha denominado “microbiota”. La microbiota se encuentra en diferentes regiones del cuerpo como lo son la boca, las cavidades nasales, la piel, el tracto gastrointestinal, el tracto urogenital, el tracto respiratorio, y la vagina entre otros. Gracias a avances en tecnologías de secuenciación de ADN se han realizado numerosos estudios que han demostrado el papel fundamental de la microbiota, principalmente la intestinal, en mantener la salud así como en el desarrollo de enfermedades [1]. En este blog nos concentraremos en la microbiota que habita en los folículos pilosos.

Tanto nuestra piel como los folículos pilosos alojan una diversidad de microorganismos que pueden incluir bacterias, hongos, virus, y hasta ácaros [2]. Estos microorganismos pueden ser tanto benéficos como patogénicos y el establecimiento de un equilibrio es crucial para mantener la salud de nuestra piel y del cabello. Afortunadamente la gran mayoría de los residentes que habitan nuestra piel no son patogénicos y contribuyen a mantener un balance (homeostasis) y un diálogo constante con células de nuestro sistema inmune. Sin embargo, el estrés y numerosos factores ambientales pueden ocasionar un desbalance en nuestra microbiota.

Aproximadamente tenemos entre 100,000 y 150,000 folículos pilosos en el cuero cabelludo. Los folículos del cuero cabelludo albergan una combinación compleja y única de microorganismos. El hongo Malassezia y las bacterias Propiobacterium, Cutibacterium, y Staphylococcus son algunos de los microorganismos más abundantes en el cuero cabelludo. En comparación con la piel, el folículo piloso favorece el crecimiento de la microbiota por su humedad, buena irrigación, protección relativa de los rayos UV y su pH menos ácido [3].  El folículo está conformado por tres segmentos: inferior, medio, y superior (Figura 1). El infundíbulo se encuentra en el segmento superior. El infundíbulo tiene forma de cono o embudo y es la parte más externa del folículo. Generalmente el infundíbulo se encuentra lleno de sebo y debris. Debido a su ubicación, el infundíbulo es la región del folículo que tiene mayor interacción con el medio ambiente, lo cual lo convierte en una zona densamente poblada por microbiota. Para mantener un órden en esta zona, numerosas células del sistema inmune circulan por el infundíbulo manteniendo una comunicación (intercambio de moléculas o señales) con otras células y con los “huéspedes” alcanzando una simbiosis. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que el infundíbulo está involucrado en enfermedades de la piel tales como acne, foliculitis infundibular, quistes, hidradenitis supurativa, keratosis pilaris, así como en un subtipo de carcinoma celular basal [4]. Un desbalance en la microbiota impacta a nuestro sistema inmune generando un proceso inflamatorio, elementos clave en la patogénesis de enfermedades crónicas del cuero cabelludo así como alopecias.

Figura 1: A) Partes que componen el folículo piloso. Se puede observar al infundíbulo como la parte que tiene mayor contacto con el medio ambiente. B) Amplificación del infundíbulo, el cual tiene forma de embudo. En colores se esquematizan diferentes microorganismos que habitan el infundíbulo. Figura adaptada de [10].

Un ejemplo común de cómo alteraciones en la composición de la microbiota del folículo piloso pueden derivar en enfermedades se observa con la caspa, un tipo de dermatitis seborréica. Estudios demuestran que tanto la caspa como la dermatitis seborréica están correlacionadas con alteraciones en la microbiota folicular conformada por bacterias y hongos [5-8]. Así mismo, se ha demostrado evidencia de microinflamación y de infiltraciones de células mononucleares y linfocitos en infundíbulos de pacientes con alopecia androgenética, sugiriendo un desbalance en las poblaciones de bacterias. Sin embargo aún  se necesitan más estudios para entender la relación que existe entre la microbiota de los folículos capilares, el sistema inmune del huésped y las diversas condiciones del cabello.

La microbiota varía de una persona a otra y también cambia dependiendo de la zona del cuerpo. Sabemos que el folículo piloso, principalmente el infundíbulo, está densamente poblado por microbiota y células del sistema inmune. Al igual que en el tracto intestinal, en el infundíbulo hay comunicación entre la microbiota y las células del huésped, que en este caso son células del folículo y células del sistema inmune. Alteraciones en la microbiota pueden desencadenar en inflamación y daños al folículo, derivando en enfermedades crónicas del cabello.

En CapilarFixTM somos expertos en el cuidado de los folículos capilares y del cabello. Nosotros podemos recomendarte los mejores productos que te ayudarán a mantener balanceada la microbiota capilar.

Referencias:

[1] Gilbert JA, Blaser MJ, Caporaso JG, Jansson JK, Lynch SV, Knight R, Current understanding of the human microbiome. Nat Med. 2018; 24: 392-400

[2] Oh, J., Byrd, A. L., Deming, C., Conlan, S., NISC Comparative Sequencing Program, Kong, H. H., & Segre, J. A. (2014). Biogeography and individuality shape function in the human skin metagenome. Nature, 514(7520), 59–64.

[3] Lousada, M., Lachnit, T., Edelkamp, J., Rouillé, T., Ajdic, D., Uchida, Y., Di Nardo, A., Bosch, T. and Paus, R. (2020), Exploring the human hair follicle microbiome. Br J Dermatol. Accepted Author Manuscript. doi:10.1111/bjd.19461

[4] Schneider, M. R., & Paus, R. (2014). Deciphering the functions of the hair follicle infundibulum in skin physiology and disease. Cell and tissue research, 358(3), 697–704.

[5] C. Clavaud, R. Jourdain, A. Bar‐Hen, M. Tichit, C. Bouchier, F. Pouradier, C. El Rawadi, J. Guillot, F. Menard‐Szczebara, L. Breton, J. P. Latge, I. Mouyna, Dandruff is associated with disequilibrium in the proportion of the major bacterial and fungal populations colonizing the scalp, PLoS ONE 2013, 8, e58203.

[6] L. Wang, C. Clavaud, A. Bar‐Hen, M. Cui, J. Gao, Y. Liu, C. Liu, N. Shibagaki, A. Gueniche, R. Jourdain, K. Lan, C. Zhang, R. Altmeyer, L. Breton, Characterization of the major bacterial-fungal populations colonizing dandruff scalps in Shanghai, China, shows microbial disequilibrium, Exp. Dermatol. 2015, 24, 398.

[7] R. C. Soares, P. H. Camargo‐Penna, V. C. de Moraes, R. De Vecchi, C. Clavaud, L. Breton, A. S. Braz, L. C. Paulino, Dysbiotic Bacterial and Fungal Communities Not Restricted to Clinically Affected Skin Sites in Dandruff, Front Cell. Infect. Microbiol. 2016, 6, 157.

[8] T. Park, H. J. Kim, N. R. Myeong, H. G. Lee, I. Kwack, J. Lee, B. J. Kim, W. J. Sul, S. An, Collapse of human scalp microbiome network in dandruff and seborrheic dermatitis, Exp. Dermatol. 2017, 26, 835.

[9] Mahé, Y. F., Michelet, J. F., Billoni, N., Jarrousse, F., Buan, B., Commo, S., Saint-Léger, D., & Bernard, B. A. (2000). Androgenetic alopecia and microinflammation. International journal of dermatology, 39(8), 576–584.

[10] Pisal, Rishikaysh & Dev, Kapil & Diaz, Daniel & Shaikh Qureshi, Wasay Mohiuddin & Filip, Stanislav & Mokrý, Jaroslav. (2013). Signaling Involved in Hair Follicle Morphogenesis and Development. International journal of molecular sciences. 15. 1647-70.