Una posible cura para la calvicie: Una pequeña molécula de ARN

La caída del cabello es un problema que afecta a millones de personas en el mundo. Aunque existen algunos tratamientos disponibles actualmente, ninguno representa una cura definitiva. Sin embargo, un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Northwestern podría cambiar esto en el futuro.

El estudio, publicado en la revista PNAS, descubrió que la rigidez relacionada con la edad en las células madre del folículo piloso puede inhibir el crecimiento del cabello. Al aumentar la producción de un micro-ARN llamado miR-205, los investigadores lograron flexibilizar estas células madre, fomentando el crecimiento del cabello tanto en ratones jóvenes como viejos.

Implicaciones del estudio

Los hallazgos de este estudio tienen importantes implicaciones en la búsqueda de nuevos tratamientos contra la calvicie. Algunos puntos clave:

  • Indica que es posible estimular el crecimiento del cabello al manipular las propiedades mecánicas de las células madre del folículo piloso.
  • Abre la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos que promuevan el crecimiento del cabello al flexibilizar estas células madre.
  • Los investigadores planean probar si el miR-205 administrado tópicamente puede estimular el crecimiento del cabello en humanos.
  • Si estas pruebas tienen éxito, podrían facilitar el desarrollo de nuevas terapias efectivas contra la calvicie.

¿Cuál será el futuro de los tratamientos contra la calvicie?

Aunque todavía faltan varios años de investigación antes de que un tratamiento basado en células madre y micro-ARNs para la calvicie esté disponible en el mercado, este estudio representa un gran avance científico.

Demuestra que manipular las células madre del folículo piloso es una estrategia prometedora, y abre la puerta para el desarrollo de nuevas terapias que puedan promover de manera efectiva y duradera el crecimiento del cabello.

Como conclusión, la calvicie sigue siendo un problema molesto para millones, pero el futuro luce prometedor. Si los próximos estudios en humanos confirman los hallazgos iniciales, es posible que en algunos años contemos con nuevos tratamientos contra la caída del cabello basados en células madre.

En CapilarFix® estamos atentos a estos avances científicos, porque nuestra misión es detener la caída del cabello de cada paciente combinando ciencia y experiencia. ¡Sigamos esperanzados por un futuro con más cabello!

Referencias:

https://www.baumanmedical.com/clascoterone-topical-anti-androgen-for-hair-loss/

Sistema inmune y folículo piloso

La alopecia es una afección en la que el sistema inmunológico ataca los propios folículos pilosos del individuo, causando la pérdida de cabello. Uno de los protagonistas de esta historia son las células T reguladoras, cuyo papel se ha estudiado durante mucho tiempo en el contexto de enfermedades autoinmunes.

De la inmunosupresión a la regeneración:

Sin embargo, un estudio realizado por científicos del Instituto Salk en EE.UU. reveló que estas células inmunitarias, llamadas células T Reguladoras,  no sólo son inmunosupresoras, sino que también interactúan con las células de la piel utilizando una hormona para promover el crecimiento y regeneración del cabello.

Estas hormonas inesperadas son las hormonas glucocorticoides, derivadas del colesterol y producidas en diversas partes del cuerpo. Estas son empleadas por las células T reguladoras como mensajeras para estimular la regeneración del cabello.

Este proceso es una revelación en el campo de la medicina capilar, ya que se creía que estas células sólo suprimían la respuesta inmunitaria.

Investigación en el Instituto Salk

Los científicos del Instituto Salk comenzaron su investigación sin la intención de estudiar la caída del cabello. Sin embargo, cuando estudiaron ratones con receptores de glucocorticoides y provocaron la caída del cabello, observaron resultados sorprendentes.

Los ratones con receptores de glucocorticoides experimentaron un notable crecimiento del cabello en comparación con los que carecían de estos receptores.

Este descubrimiento abrió nuevas perspectivas en el tratamiento de la alopecia y otras afecciones relacionadas con la pérdida de cabello.

En casos de alopecia aguda, ahora, sabemos que aplicar glucocorticoides también tiene el beneficio adicional de estimular la producción de TGF-beta3 por parte de las células T reguladoras de la piel, lo que promueve la activación de las células madre del folículo piloso.

Ahora ya lo sabes, en CapilarFix, nos enorgullece mantenernos a la vanguardia de la investigación en medicina capilar. Estamos comprometidos a seguir mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes y a aprovechar estos avances científicos en beneficio de aquellos que luchan contra la pérdida de cabello.

Referencias:

[1] Zheng Y. (2022, 06, 23). Hair-raising research: Salk scientists find surprising link between immune system, hair growth. https://www.salk.edu/news-release/hair-raising-research-salk-scientists-find-surprising-link-between-immune-system-hair-growth/

Células Madre de los Folículos Capilares: El Reloj del Cabello y su Influencia en la Salud Capilar

Células Madre en los Folículos Capilares: Bulbo y Bulbo Externo, El reloj del cabello y su Impacto en el Crecimiento Capilar, Desregulación de Células Madre y Enfermedades Capilares, Avances Futuros: Terapias Capilares Basadas en Células Madre

La ciencia detrás del crecimiento capilar y las afecciones relacionadas ha evolucionado enormemente en los últimos años. En este artículo, exploraremos un componente fundamental: las células madre de los folículos capilares. Estas células, presentes en dos subpoblaciones, tienen un papel crucial en el ciclo del cabello y en la aparición de enfermedades capilares.

Células Madre en los Folículos Capilares: Bulbo y Bulbo Externo

Dentro de los folículos capilares, se encuentran dos tipos de células madre: las células madre del bulbo externo y papila dérmica. Las primeras residen en el bulbo externo, mientras que las segundas se localizan en el bulbo interno. Estas células madre desempeñan un papel protagonista en la generación de nuevos cabellos, ya que coordinan el ciclo del cabello y dan origen a las células que forman el cabello.

El reloj del cabello y su Impacto en el Crecimiento Capilar

El reloj del cabello es una metáfora utilizada para describir el ciclo del cabello y está compuesto por las fases anágena, catágena y telógena. Durante la fase anágena, las células madre en el bulbo se activan, dando lugar al crecimiento del cabello. A medida que el ciclo avanza, estas células entran en reposo en la fase catágena, y finalmente, en la fase telógena, el cabello maduro se desprende, reiniciando el ciclo.

Desregulación de Células Madre y Enfermedades Capilares

La comunicación precisa entre las células madre y otras poblaciones celulares es esencial. La desregulación de esta comunicación puede conducir a enfermedades capilares y desencadenar la caída del cabello. Comprender estos desequilibrios es fundamental para desarrollar tratamientos efectivos.

Avances Futuros: Terapias Capilares Basadas en Células Madre

El conocimiento en constante expansión sobre las células madre de los folículos capilares ha abierto puertas emocionantes en la terapia capilar. Los científicos están explorando cómo manipular estas células madre para impulsar el crecimiento capilar en personas con problemas capilares. La terapia con células madre y la ingeniería de tejidos ofrecen prometedoras soluciones para abordar la alopecia y la calvicie.

Las células madre de los folículos capilares son piezas cruciales en el rompecabezas del crecimiento capilar y las enfermedades relacionadas. El reloj del cabello guía el ciclo capilar mientras que la desregulación puede desencadenar problemas capilares. A medida que avanzamos en la comprensión de estos procesos, las terapias basadas en células madre presentan un futuro prometedor en la lucha contra la alopecia y la calvicie.

En CapilarFixTM somos expertos en el cuidado de los folículos capilares y del cabello. Nosotros podemos recomendarte los mejores productos que te ayudarán a mantener balanceada la microbiota capilar.

El folículo piloso y la microbiota

El cuerpo humano está colonizado por trillones de microorganismos a los cuales se les ha denominado “microbiota”. La microbiota se encuentra en diferentes regiones del cuerpo como lo son la boca, las cavidades nasales, la piel, el tracto gastrointestinal, el tracto urogenital, el tracto respiratorio, y la vagina entre otros. Gracias a avances en tecnologías de secuenciación de ADN se han realizado numerosos estudios que han demostrado el papel fundamental de la microbiota, principalmente la intestinal, en mantener la salud así como en el desarrollo de enfermedades [1]. En este blog nos concentraremos en la microbiota que habita en los folículos pilosos.

Tanto nuestra piel como los folículos pilosos alojan una diversidad de microorganismos que pueden incluir bacterias, hongos, virus, y hasta ácaros [2]. Estos microorganismos pueden ser tanto benéficos como patogénicos y el establecimiento de un equilibrio es crucial para mantener la salud de nuestra piel y del cabello. Afortunadamente la gran mayoría de los residentes que habitan nuestra piel no son patogénicos y contribuyen a mantener un balance (homeostasis) y un diálogo constante con células de nuestro sistema inmune. Sin embargo, el estrés y numerosos factores ambientales pueden ocasionar un desbalance en nuestra microbiota.

Aproximadamente tenemos entre 100,000 y 150,000 folículos pilosos en el cuero cabelludo. Los folículos del cuero cabelludo albergan una combinación compleja y única de microorganismos. El hongo Malassezia y las bacterias Propiobacterium, Cutibacterium, y Staphylococcus son algunos de los microorganismos más abundantes en el cuero cabelludo. En comparación con la piel, el folículo piloso favorece el crecimiento de la microbiota por su humedad, buena irrigación, protección relativa de los rayos UV y su pH menos ácido [3].  El folículo está conformado por tres segmentos: inferior, medio, y superior (Figura 1). El infundíbulo se encuentra en el segmento superior. El infundíbulo tiene forma de cono o embudo y es la parte más externa del folículo. Generalmente el infundíbulo se encuentra lleno de sebo y debris. Debido a su ubicación, el infundíbulo es la región del folículo que tiene mayor interacción con el medio ambiente, lo cual lo convierte en una zona densamente poblada por microbiota. Para mantener un órden en esta zona, numerosas células del sistema inmune circulan por el infundíbulo manteniendo una comunicación (intercambio de moléculas o señales) con otras células y con los “huéspedes” alcanzando una simbiosis. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que el infundíbulo está involucrado en enfermedades de la piel tales como acne, foliculitis infundibular, quistes, hidradenitis supurativa, keratosis pilaris, así como en un subtipo de carcinoma celular basal [4]. Un desbalance en la microbiota impacta a nuestro sistema inmune generando un proceso inflamatorio, elementos clave en la patogénesis de enfermedades crónicas del cuero cabelludo así como alopecias.

Figura 1: A) Partes que componen el folículo piloso. Se puede observar al infundíbulo como la parte que tiene mayor contacto con el medio ambiente. B) Amplificación del infundíbulo, el cual tiene forma de embudo. En colores se esquematizan diferentes microorganismos que habitan el infundíbulo. Figura adaptada de [10].

Un ejemplo común de cómo alteraciones en la composición de la microbiota del folículo piloso pueden derivar en enfermedades se observa con la caspa, un tipo de dermatitis seborréica. Estudios demuestran que tanto la caspa como la dermatitis seborréica están correlacionadas con alteraciones en la microbiota folicular conformada por bacterias y hongos [5-8]. Así mismo, se ha demostrado evidencia de microinflamación y de infiltraciones de células mononucleares y linfocitos en infundíbulos de pacientes con alopecia androgenética, sugiriendo un desbalance en las poblaciones de bacterias. Sin embargo aún  se necesitan más estudios para entender la relación que existe entre la microbiota de los folículos capilares, el sistema inmune del huésped y las diversas condiciones del cabello.

La microbiota varía de una persona a otra y también cambia dependiendo de la zona del cuerpo. Sabemos que el folículo piloso, principalmente el infundíbulo, está densamente poblado por microbiota y células del sistema inmune. Al igual que en el tracto intestinal, en el infundíbulo hay comunicación entre la microbiota y las células del huésped, que en este caso son células del folículo y células del sistema inmune. Alteraciones en la microbiota pueden desencadenar en inflamación y daños al folículo, derivando en enfermedades crónicas del cabello.

En CapilarFixTM somos expertos en el cuidado de los folículos capilares y del cabello. Nosotros podemos recomendarte los mejores productos que te ayudarán a mantener balanceada la microbiota capilar.

Referencias:

[1] Gilbert JA, Blaser MJ, Caporaso JG, Jansson JK, Lynch SV, Knight R, Current understanding of the human microbiome. Nat Med. 2018; 24: 392-400

[2] Oh, J., Byrd, A. L., Deming, C., Conlan, S., NISC Comparative Sequencing Program, Kong, H. H., & Segre, J. A. (2014). Biogeography and individuality shape function in the human skin metagenome. Nature, 514(7520), 59–64.

[3] Lousada, M., Lachnit, T., Edelkamp, J., Rouillé, T., Ajdic, D., Uchida, Y., Di Nardo, A., Bosch, T. and Paus, R. (2020), Exploring the human hair follicle microbiome. Br J Dermatol. Accepted Author Manuscript. doi:10.1111/bjd.19461

[4] Schneider, M. R., & Paus, R. (2014). Deciphering the functions of the hair follicle infundibulum in skin physiology and disease. Cell and tissue research, 358(3), 697–704.

[5] C. Clavaud, R. Jourdain, A. Bar‐Hen, M. Tichit, C. Bouchier, F. Pouradier, C. El Rawadi, J. Guillot, F. Menard‐Szczebara, L. Breton, J. P. Latge, I. Mouyna, Dandruff is associated with disequilibrium in the proportion of the major bacterial and fungal populations colonizing the scalp, PLoS ONE 2013, 8, e58203.

[6] L. Wang, C. Clavaud, A. Bar‐Hen, M. Cui, J. Gao, Y. Liu, C. Liu, N. Shibagaki, A. Gueniche, R. Jourdain, K. Lan, C. Zhang, R. Altmeyer, L. Breton, Characterization of the major bacterial-fungal populations colonizing dandruff scalps in Shanghai, China, shows microbial disequilibrium, Exp. Dermatol. 2015, 24, 398.

[7] R. C. Soares, P. H. Camargo‐Penna, V. C. de Moraes, R. De Vecchi, C. Clavaud, L. Breton, A. S. Braz, L. C. Paulino, Dysbiotic Bacterial and Fungal Communities Not Restricted to Clinically Affected Skin Sites in Dandruff, Front Cell. Infect. Microbiol. 2016, 6, 157.

[8] T. Park, H. J. Kim, N. R. Myeong, H. G. Lee, I. Kwack, J. Lee, B. J. Kim, W. J. Sul, S. An, Collapse of human scalp microbiome network in dandruff and seborrheic dermatitis, Exp. Dermatol. 2017, 26, 835.

[9] Mahé, Y. F., Michelet, J. F., Billoni, N., Jarrousse, F., Buan, B., Commo, S., Saint-Léger, D., & Bernard, B. A. (2000). Androgenetic alopecia and microinflammation. International journal of dermatology, 39(8), 576–584.

[10] Pisal, Rishikaysh & Dev, Kapil & Diaz, Daniel & Shaikh Qureshi, Wasay Mohiuddin & Filip, Stanislav & Mokrý, Jaroslav. (2013). Signaling Involved in Hair Follicle Morphogenesis and Development. International journal of molecular sciences. 15. 1647-70.

La deficiencia de vitamina D y la pérdida de cabello

La vitamina D tiene un papel fundamental en mantener niveles normales (homeostasis) del calcio y en la integridad de los huesos. Estudios han demostrado que deficiencias en vitamina D pueden derivarse en una respuesta inmune anormal [Arnson, 2007] y en diversas enfermedades autoinmunes como el lupus, diabetes tipo I, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, vitiligo y psoriasis, entre otras [Hewison, 2012].  Así mismo, se ha probado que la vitamina D y su receptor están implicados en la patogénesis de diversas formas de pérdida de cabello [Conic et al., 2018].

Obtenemos una pequeña cantidad de vitamina D mediante nuestra dieta, sin embargo la mayor cantidad de vitamina D en nuestro cuerpo es sintetizada por los queratinocitos en la epidermis (piel) después de la exposición a la radiación solar. La vitamina D actúa en las células del cuerpo humano mediante el receptor de vitamina D (VDR, por sus siglas en inglés) activando numerosos genes involucrados en la homeostasis. VDR es un receptor nuclear que está expresado en diversas células y tejidos del cuerpo incluyendo la piel. Así mismo, VDR está expresado en los dos tipos de células más abundantes del folículo piloso (cabello): los queratinocitos y las células de la papila dérmica. Estudios demustran que la ausencia o la disfunción de VDR conlleva a la pérdida de cabello debido a una desregulación del ciclo de crecimiento del folículo [Mady et al., 2016].

La primer evidencia que sugirió un rol para VDR en el ciclo de crecimiento del folículo se derivó de la presencia de alopecia en pacientes con raquitismo hipocalcémico dependiente de vitamina D tipo IIA [Brooks et al., 1978]. El raquitismo hipocalcémico dependiente de vitamina D es un trastorno hereditario que ocasiona deformaciones óseas debido a una mutación en el gen del receptor VDR. Resulta interesante que la mayoría de los pacientes que presentan este trastorno también padecen de alopecia. Sin embargo, los mecanismos moleculares mediante los cuales la vitamina D y su receptor influyen en el ciclo de crecimiento del folículo piloso aún se desconoce.

La regeneración del cabello se origina mediante la activación del folículo piloso por células madre. El folículo piloso es un órgano que se somete a ciclos continuos de involución y regeneración [Paus et al., 1999]. El ciclo de crecimiento folicular consiste en tres fases cíclicas: anágena (crecimiento), catágena (involución), y telógena (reposo). En la fase telógena, la papila dérmica y el bulbo piloso quedan más cercanos dando pie a la comunicación entre células de la papila dérmica y las células madre queratinocíticas situadas en el bulbo. Esta comunicación da origen a una nueva fase anágena [Paus et al., 1999]. Un esquema del ciclo de crecimiento del cabello se muestra en la siguiente figura.

Ciclo de crecimiento del folículo piloso [Chen et al., 2020]

La expresión del receptor VDR aumenta en el folículo piloso durante la fase anágena y catágena del ciclo de crecimiento. Este aumento en el número de receptores VDR está correlacionado con una menor proliferación y mayor diferenciación de las células madre queratinocíticas [Demay et al., 2007], produciendo folículos nuevos. El receptor VDR es esencial para el inicio de una nueva fase anágena. Se ha demostrado que mutaciones en este receptor están asociadas a diversas formas de pérdida de cabello [Simon et al., 2010].

De igual manera, se ha observado que los niveles de vitamina D en sangre está relacionados con la pérdida de cabello. Diversos estudios han demostrado que personas con Alopecia Areata tienen insuficiencia o niveles bajos de vitamina D en sangre, en comparación con personas sin alopecia [Yilmaz et al., 2012; Aksu et al., 2014; Ghafoor et al., 2017; Gade et al., 2018]. También se ha demostrado que la suplementación con vitamina D protege los folículos previniendo la alopecia inducida por tratamientos de quimioterapia alopecia [Wang et al., 2006; Jimenez et al., 1996].

En resumen, resultados de estudios demuestran un papel importante de la vitamina D y su receptor VDR en el desarrollo de diversas formas de alopecia. Por ello es importante determinar los niveles de vitamina D en sangre y realizar pruebas genéticas para diagnosticar y tratar las diversas formas de alopecia.

Referencias:

Hewison M. An update on vitamin D and human immunity. Clin Endocrinol (Oxf). 2012;76:315–25.

Arnson Y, Amital H, Shoenfeld Y. Vitamin D and autoimmunity: new aetiological and therapeutic considerations. Ann Rheum Dis. 2007;66:1137–42.

Conic, R., Piliang, M., Bergfeld, W., & Atanaskova-Mesinkovska, N. (2018). Vitamin D Status in Scarring and Non-Scarring Alopecia. Journal of the American Academy of Dermatology, S0190-9622(18)30631-5.

Mady, L. J., Ajibade, D. V., Hsaio, C., Teichert, A., Fong, C., Wang, Y., Christakos, S., & Bikle, D. D. (2016). The Transient Role for Calcium and Vitamin D during the Developmental Hair Follicle Cycle. The Journal of investigative dermatology, 136(7), 1337–1345.

Brooks, M. H., Bell, N. H., Love, L., Stern, P. H., Orfei, E., Queener, S. F., Hamstra, A. J., & DeLuca, H. F. (1978). Vitamin-D-dependent rickets type II. Resistance of target organs to 1,25-dihydroxyvitamin D. The New England journal of medicine, 298(18), 996–999.

Paus, R., & Cotsarelis, G. (1999). The biology of hair follicles. The New England journal of medicine, 341(7), 491–497.

Demay, M. B., MacDonald, P. N., Skorija, K., Dowd, D. R., Cianferotti, L., & Cox, M. (2007). Role of the vitamin D receptor in hair follicle biology. The Journal of steroid biochemistry and molecular biology, 103(3-5), 344–346.

Simon, K. C., Munger, K. L., Xing Yang, & Ascherio, A. (2010). Polymorphisms in vitamin D metabolism related genes and risk of multiple sclerosis. Multiple sclerosis (Houndmills, Basingstoke, England), 16(2), 133–138.

Yilmaz N, Serarslan G, Gokce C. Vitamin D concentrations are decreased in patients with alopecia areata. Vitam Miner. 2012;1:105–109.

Aksu Cerman A, Sarikaya Solak S, Kivanc Altunay I. Vitamin D deficiency in alopecia areata. Br J Dermatol. 2014;170:1299–1304.

Ghafoor R, Anwar MI. Vitamin D deficiency in alopecia areata. J Coll Physicians Surg Pak. 2017;27:200–202.

Gade VKV, Mony A, Munisamy M, Chandrashekar L, Rajappa M. An investigation of vitamin D status in alopecia areata. Clin Exp Med. 2018;18:577–584.

Wang J, Lu Z, Au JL. Protection against chemotherapy-induced alopecia. Pharm Res. 2006;23:2505–14.

Jimenez JJ, Yunis AA. Vitamin D3 and chemotherapy-induced alopecia. Nutrition. 1996;12:448–9.

Chen, C., Huang, W., Wang, E.H.C. et al. Functional complexity of hair follicle stem cell niche and therapeutic targeting of niche dysfunction for hair regeneration. J Biomed Sci 27, 43 (2020).

¿Habrá relación entre la alopecia androgenética y COVID-19?

Actualmente nos encontramos luchando contra una pandemia orquestrada por el virus denominado SARS-CoV2 (COVID-19). El nombre SARS proviene de las siglas en inglés Severe Acute Respiratory Syndrome (Síndrome Agudo Respiratorio Severo) y CoV2 indica que se trata de un virus de la familia de los Coronavirus. Los Coronavirus se caracterizan por tener una superficie con picos o espigas en forma de corona. Análisis genéticos del virus sugieren que el virus se originó por selección natural en el murciélago o el pangolín y posteriormente se transmitió al humano, proceso conocido como transferencia zoonótica [Lam et al., 2020].

Desde inicios de la pandemia, los reportes epidemiológicos han mostrado una desproporción en el número de casos severos de COVID-19 entre mujeres y hombres adultos (42% en mujeres vs 58% en hombres) [Shi et al., 2020]. Así mismo, y con una diferencia aún mayor, se encuentra el número de casos severos de COVID-19 en niños comparado con el de adultos [Lu et al., 2020]. En niños sólo el 0.6% de los casos de COVID-19 son severos. En México, la Secretaría de Salud publica diariamente los datos epidemiológicos de las muertes por  COVID-19. Al 22 de Julio 2020 el 34.8% de las defunciones eran mujeres y el 65.18% se trataron de hombres [https://coronavirus.gob.mx/]. La razón por la cual existe una mayor mortalidad por COVID-19 en hombres que en mujeres y en adultos que en niños aún se desconoce.

El virus SARS-CoV-2 utiliza sus picos para anclarse a las células e infectarlas. El punto de anclaje es una proteína llamada ACE2, que se encuentra en la superficie de las células de varios tejidos del cuerpo humano como los pulmones, las arterias, el corazón, los riñones y el intestino. Para lograr el anclaje, los picos necesitan ser activados y esto lo logran con la ayuda de la proteína TMPRSS2, la cual también está en la superficie de las células huésped [Hoffman et al., 2020]. Interesantemente, el receptor androgenético (AR) al ser activado estimula la producción de la proteína TMPRSS2, la cual acciona los picos o espigas del SARS-CoV2. Al igual que en los folículos del cabello, el receptor androgenético (AR) requiere de hormonas llamadas andrógenos (ej. Testosterona) para ser activado. . La figura muestra el mecanismo de infección del SARS-CoV2 al encontrarse con una célula huésped.

Figura 1 – Mecanismo de infección del SARS-CoV2. Adaptado de Hoffman en al., 2020.

En un estudio realizado entre Marzo 23 y Abril 12, 2020 en tres hospitales de Madrid, España, dermatólogos analizaron 175 pacientes hospitalizados por COVID-19 y previo al ingreso los clasificaron como “no alopecia”, “alopecia androgenética moderada”, o “alopecia androgenética severa”. El 67% de los pacientes presentaron síntomas de alopecia androgenética moderada o severa. Así mismo, el 79% de los pacientes hombres presentaron alopecia androgenética [Wambier et al., 2020]. Estos números muestran una tendencia pero se requieren estudios epidemiológicos más grandes en los cuales se evalúe el grado de alopecia en pacientes para correlacionar con datos clínicos y severidad de la infección. Cabe mencionar que ya se están realizando algunas pruebas clínicas con el uso de drogas anti-andrógenos que buscan reducir la activación del receptor androgenético en pacientes con COVID-19.

Todas estas observaciones han llevado a científicos a estudiar la posible correlación entre la alopecia androgenética y la severidad del COVID-19, dando origen a la hipótesis que sitúa a los andrógenos como agentes causales en la severidad de una infección por COVID-19. En honor al Doctor Frank Gabrin, primer médico en fallecer por COVID-19 en EUA, los científicos han propuesto utilizar el epónimo “Gabrin sign” para identificar pacientes con mayor riesgo de padecer síntomas severos por COVID-19 [Wambier et al., 2020]. Curiosamente el Doctor Gabrin padecía de alopecia androgenética y falleció al presentar síntomas severos por COVID-19.

En CapilarFix®, no somos expertos en COVID-19 pero sí en alopecia. Quizás (no lo sabemos aún), devolviendo el cabello a las personas al tratar la alopecia androgenética  también disminuyamos el riesgo de severidad de infección por COVID-19.

Referencias:

Lam, T.T., Jia, N., Zhang, Y. et al. Identifying SARS-CoV-2-related coronaviruses in Malayan pangolins. Nature 583, 282–285 (2020). https://doi.org/10.1038/s41586-020-2169-0

Shi Y., Yu X., Zhao H., Wang H., Zhao R., Sheng J. Host susceptibility to severe COVID-19 and establishment of a host risk score: findings of 487 cases outside Wuhan. Crit Care. 2020;24(1):108.

Lu X, Zhang L, Du H, et al. SARS‐CoV‐2 infection in children. N Engl J Med. 2020.

Hoffmann M., Kleine-Weber H., Schroeder S. SARS-CoV-2 cell entry depends on ACE2 and TMPRSS2 and is blocked by a clinically proven protease inhibitor. Cell. 2020:1–10.

Wambier, C. G., Vaño-Galván, S., McCoy, J., Gomez-Zubiaur, A., Herrera, S., Hermosa-Gelbard, Á., Moreno-Arrones, O. M., Jiménez-Gómez, N., González-Cantero, A., Fonda-Pascual, P., Segurado-Miravalles, G., Shapiro, J., Pérez-García, B., & Goren, A. (2020). Androgenetic alopecia present in the majority of patients hospitalized with COVID-19: The “Gabrin sign”. Journal of the American Academy of Dermatology, 83(2), 680–682. https://doi.org/10.1016/j.jaad.2020.05.079